Gracias a los algoritmos de reconocimiento facial puedes encontrar docenas de personas en todo el mundo con un parecido increíble.

Los motores de búsqueda de imágenes son cada día más potentes, capaces de analizar las cualidades y características de una fotografía en detalles insospechados. Durante los últimos años los métodos de aprendizaje automático han permitido a desarrolladores y académicos crear sistemas de identificación de caras muy avanzados.

Uno de los más avanzados a día de hoy es el sistema de Yandex, una multinacional rusa conocida por su buscador homónimo, sistema de mapas, correo electrónico, etc. Es básicamente “la Google rusa”. Su sistema de identificación facial es seguramente el más avanzado del mundo de cara al público. Esto se hace muy útil para encontrar gente cuyas caras sean muy similares a las nuestras.

Solamente necesitas tener a mano una ‘selfie’ y subirla a Yandex.com/images

Para encontrar a nuestro “clon secreto” tan solo tienes que conseguir una imagen reciente tuya (de tu Facebook o tu WhatsApp, por ejemplo) en la que se vea tu cara bien como por ejemplo una ‘selfie’. Una vez que la tengas vete a Yandex.com/images y selecciona “Buscar por foto” (un icono con una cámara de fotos) donde te permitirá elegir la imagen para subir, espera un par de segundos y voilà.

¿Cómo funciona?

El sistema de Yandex, al igual que otros similares, analiza rasgos faciales comunes: tamaño de ciertas características como los ojos, nariz, pelo (o mejor dicho peinado), etc., la distancia entre otros puntos clave como los dos ojos, el tamaño de la frente, barbilla, etc. Es una versión simplificada del algoritmo, pero es una explicación entendible. Fijándose en elementos concretos que los humanos asociamos a una cara (forma de los ojos, las orejas y la mandíbula siendo tres de los más prominentes) consiguen comparar matemáticamente millones de aspectos faciales a la vez.

Durante la última década los algoritmos de aprendizaje profundo han permitido ir más allá con una idea sencilla de explicar, pero compleja de programar: dejar a los ordenadores descubrir por ellos mismos qué caras son parecidas. Estos nuevos sistemas son capaces de identificar una serie de rasgos (o combinación de rasgos) que no tienen mucho sentido para un humano, pero en términos computacionales son mucho más sencillos que especificar “tiene ojos azules”.